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La enseñanza universitaria

Ética y Responsabilidad Social Empresarial

Anastasio Gallego

CONFUCIO decía: “No hagas a otro lo que no quieras que te hagan a ti”.

JESÚS de Nazaret decía: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.

BUDA decía: “No entraré al Nirvana hasta que vea la espalda del último hombre”. (Juan Bravo.2007)

 

Hace unos días, concretamente el día 8 de abril, moría en Madrid un viejito economista y novelista español, José Luis Sampedro. Así describe su muerte un periodista: “Le pidió a su esposa que le sirviera un campari. Se lo sirvió, con mucho hielo. Se lo tomó, se durmió y se murió”.

Pues bien, Sampedro dijo no hace mucho en una entrevista: “El desarrollo está pensando en la rentabilidad. Lo importante no son esas tres palabras que ahora todo lo mandan: productividad, competitividad e innovación. En vez de productividad, propongo vitalidad; en vez de competitividad, cooperación, y frente a esa innovación que consiste en inventar cosas para venderlas, creación”. ( José Luis Sampedro.  PUBLICO. 9.4.2013)

La profesora Adela Cortina, que nos tiene habituados a sus libros y su conocimiento sobre la ética, dice que… “La razón humana integral no es estúpidamente egoísta, sino cooperativa. Como bien dice Michael Tomasello, “nunca veréis a dos chimpancés llevando juntos un tronco”; fue la capacidad de cooperar la que hizo progresar a la especie humana. Los que trabajan codo a codo no sólo consiguen cambiar el tronco de lugar, sino también generar un vínculo de amistad que vale por sí mismo y para trabajos futuros”. (Adela Cortina. El PAIS. 8.4.2013) 

Y añade: “Porque sabemos desde hace tiempo que lo racional no es buscar el máximo beneficio de forma egoísta, caiga quien caiga, sino tener la inteligencia suficiente como para cooperar desde una base de cohesión social”. (Ibidem)

La quiebra bancaria de hace algunos años, la más reciente, el comportamiento de personas que vemos y no conocemos, que se enriquecieron de la noche a la mañana, la frase: ¿de dónde saca la plata la gente para llenar los centros comerciales?; “la basura en el río de Montañita”, “la ropa que lleva esa niña”; se cayó un puente en construcción, “se taponan las alcantarillas”, “se roban las medicinas del hospital”, “asaltan en la Metrovía”, “el secuestro express”, etc.

Todo esto hace que hoy se hable mucho de ÉTICA. Porque siempre se echa de menos lo que no se tiene o se perdió. También hace que en el mundo empresarial se hable mucho de RESPONSABILIDAD SOCIAL.

Y las personas hablan de la falta de principios morales y la falta de valores.

¿Son lo mismo? ¿Son distintas palabras para una misma cosa? No son lo mismo aunque se le parezca.

Para usar algunas definiciones: “Ética es la ciencia que estudia los actos humanos desde el punto de vista de su bondad o maldad”. (J.Fdez Aguado. 2001) Es decir, estudia el BIEN  y el MAL en los actos de las personas.

Como la economía es realizada por personas, podremos hablar de ética y economía, ética y empresa.  Algunos mantienen y defienden que la economía es una ciencia eminentemente técnica y en la que hay que tomar decisiones eminentemente “técnicas”. Lo mismo dicen de la empresa: decisiones técnicas. Pero las decisiones las toman las personas, no un programa informático, que, aun así, está diseñado por personas.

La Administración, decía Peter Drucker, es el arte de hacer productivos los conocimientos. Otros lo llaman el arte de tomar decisiones. Como vemos, las decisiones las toman personas, no computadoras o robots. Y como las empresas las llamamos “personas jurídicas” estas personas tienen comportamientos determinados y se dice que tienen valores, misión, visión, etc., que van más allá de las personas. 

Cuando el dinero adquirió personería jurídica, comenzó a tener vida propia y llegó a dominar a las personas y a las sociedades. Si no, qué otra cosa quieren decir frases como “hay que tranquilizar a los mercados”;  “el capital tiene su propia dinámica”; “el mercado es quien tiene la mejor información”.

Por esto podremos hablar de la ética empresarial.

La Responsabilidad social es “crear sinergias que conduzcan a aumentar el bien común de corto y largo plazo en armonía con el contorno y los intereses comunes e individuales, tácitos o expresos” (J. Bravo.2007). La Responsabilidad social comienza en el punto hasta donde acaba la responsabilidad legal, pues ésta es la condición básica de comportamiento social, el mínimo para empezar a jugar.

Comúnmente se suele utilizar dos palabras como sinónimos: MORAL y ÉTICA. Personalmente prefiero distinguirlas, pues mientras la moral nos habla más de las costumbres y las formas culturales de actuar, la ética nos habla de principios universales, es decir que sirven para todos y en todos los tiempos.

Puede tacharse de inmoral a la persona que camina desnuda por la calle. Y ello por el simple hecho de no formar parte de la cultura. Pero si esta persona es miembro de un grupo étnico que tiene por norma de conducta vivir desnudo, a nadie se le ocurrirá decir que tal persona es inmoral. Aun esta forma de pensar será propia de nuestros días, pues tiempos ha habido en que el comportamiento de tales personas era catalogado como inmoral. Basta ver y leer recomendaciones como las que hacía el I Concilio de Lima y su publicación sobre los “vicios de los naturales”, en la época de la Colonia, o las expresiones de grupos integristas en nuestros días.

Algún autor resumía la diferencia diciendo que la moral tiene relación con lo bueno o lo malo, mientras que la ética dice relación con el bien y el mal.

Cuando hablamos de ÉTICA EN LA EMPRESA, me viene a la mente algo atribuido a Goebels, y que cita Fdez. Aguado “A Goebbels, la primera reacción que espontáneamente le surgía, cuando oía hablar de cultura, era la de echar mano a la pistola. Hay quienes afirman que algo semejante les sucede a ciertos hombres dedicados al ámbito económico: al escuchar el término “ética de los negocios”, se palpan el bolsillo, como para proteger su cartera”. J.Fdez. Aguado 2001)

Para aclararnos:

En nuestros comportamientos sociales tenemos la siguiente escala:

  1. La Ley
  2. La Ética
  3. La Responsabilidad Social

 No se trata de ver quién va primero y quién el último. Se trata de ordenarnos en la sociedad. Y en este caso, en primer lugar está la LEY: la ley manda pagar un salario X. Lo menos que se puede y debe hacer es pagar ese salario. Alguien decía, un amigo mío, que “un negocio tiene que dar para que coman todos los que trabajan en él. Si solo comen unos y otros no, es mejor cerrar el negocio, porque es mal negocio y lo único que vende, realmente, es el hambre de quien no come”. Recuerdo que hace unos cuantos años, se implantó el Impuesto a las Transacciones Mercantiles – ITM – del 4%. Fui a una tienda a comprar algo que, recuerdo, me costó 16 sucres. El dueño de la tienda me dice: 16 más el 4% = 20. Así todavía funcionan muchos. Lo legal.

Posteriormente, el o la empresaria que dice tener unos valores, piensa que ese salario mínimo legal, es eso, MÍNIMO LEGAL. Analiza la realidad, los precios de los alimentos, la vivienda, etc. Y decide, viendo su empresa y sus valores, que debe pagar más allá de lo que dice la Ley. Esto es un comportamiento ético. A esto, los obispos en Chile lo llamaron “salario ético”.

Finalmente, mira en su entorno y decide que debe plantar árboles, mejorar el entorno, cuidar el medio ambiente, no contaminar ni producir materiales contaminantes, colocar filtros, colaborar con el entorno social, etc. Esto es Responsabilidad social. El prof. Juan Bravo llega a cuantificar el gasto que supone para un país la IRRESPONSABILIDAD SOCIAL: en el tráfico, en las obras a medias, en el uso de materiales mediocres, en la búsqueda irresponsable de la ganancia. El miércoles salía la noticia del uso de plomo en las vajillas chinas. Ya había pasado con los juguetes. Ser responsable es asumir las consecuencias de mis actos. Ser responsable socialmente es asumir, igualmente, las consecuencias de mis actos empresariales, que van más allá de la ley y aunque ésta no lo exija.

Este tema tiene una relevancia impresionante, a mi modo de ver.

En mis clases de ÉTICA EN LA EMPRESA realizamos una encuesta entre cerca de 500 ejecutivos de otras tantas empresas de Guayaquil. Nos interesaba detectar cuál es el ambiente ético en el quehacer empresarial.

Había oído, y seguimos oyendo, que “hay que crear un ambiente de seguridad jurídica” para atraer la inversión extranjera. En clase nos preguntamos: ¿será suficiente la “seguridad jurídica”?. Y ello por un viejo dicho de los romanos: “de qué sirven leyes si no hay costumbres”.

Con este objetivo nos lanzamos a la encuesta. Estos son parte de los resultados.

El 85% de los ejecutivos creen que no existe confianza en el comportamiento ético de la competencia. Y el 92% dice que hay corrupción en el ambiente empresarial. Nos preguntamos entonces: ¿Cómo hacer empresa en un ambiente de esta naturaleza? ¿Quién puede y querrá venir a invertir en Guayaquil?.

En estos datos que he presentado podemos encontrar, creo yo, los tres elementos:

  1. Hay comportamientos individuales
  2. Hay comportamientos colectivos
  3. Hay un “ambiente” que casi, casi se respira

Plantearnos en este ambiente en el que estamos el tema de la ética y de la responsabilidad social es, no solo humanamente deseable, sino empresarialmente indispensable.

De otro lado, el panorama que nos rodea nos plantea, como creyentes en Jesús de Nazaret, una de las preguntas con las que se abre y cierra la historia humana en la Biblia:

• Caín, ¿dónde está tu hermano?

Y la respuesta no se deja esperar: “¿Acaso soy yo guardián de mi hermano?

Y en Mateo 25, cuando se habla del juicio final, nos preguntarán:

• ¿Qué has hecho con tu hermano?

Y la respuesta, dice, será casi similar: ¿Cuándo te vi con hambre, sin techo…?

Es decir, no se dio por enterado.

 

San Juan de la Cruz dice que “en la tarde de la vida, te examinarán en el amor”

 

Bibliografía

Fernández Aguado, Javier (coordinador). LA ÉTICA EN LOS NEGOCIOS. 1ª edic. Edit. Ariel, Barcelona, 2001.

Guillén Parra, Manuel. LA ÉTICA EN LAS ORGANIZACIONES. Construyendo confianza. Pearson /Prentice Halla. Madrid. 2006.

 

Bravo C. Juan. RESPONSABILIDAD SOCIAL. La nueva riqueza de las naciones.  Edit. Evolución S.A. Santiago de Chile, 2007.

Información Adicional

Gaceta Sansana es una publicación académica de la Universidad Santa María, Campus Guayaquil.

ISSN 1390-7840

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